Viernes noche. 0:26. Despues de una ducha con los Kaiser Chiefs a toda pastilla (Kaiser Chiefs son pronótico de una vuelta a casa mínimo a las seis de la mañana), cambiarme dos veces de pantalón, cuatro de camiseta, una falda y buscar durante cinco minutos mi tanga negro por todas partes... me quedo en casa. Es una noche de esas que no acompaña por unas cosas u otras por más que uno se empeña. Los amigos estan perezosos. Dos llamadas a Nura de locura y al final abortamos el plan noche de farra.
He estado cerca de media hora tal cual sentada en el sofa, vestida para salir de fiesta, viendo noseque mierda de Antena 3 hasta que he decidido que en pijama estaria mucho mejor. Antes de cambiarme he puesto a fundir al fuego un par de trozos de chocolate 70% cacao de Venezuela y lavado un buen puñado de fresas. Se bañan las fresas en el chocolate fundido y a la nevera. Tiempo de preparación: 5 minutos. Para optimizar la apertura de la nevera saco una birra. De camino al estudio le doy una vuelta a la llave de la puerta de la entrada, como clausurando la noche... para no caer en tentaciones.
Ahora sentada delante del ordenador con un botellin de Moritz frio en el escritorio, un "piti" en la mano, en coulotte y camiseta de tirantes (los tacones escondidos en el armario), no me parece tan mala idea haberme quedado en casa. Y es que como he dicho los animos no acompañaban hoy. Tengo un dia de esos tontos que nos dan a todos de tanto en tanto. Ya me tocaba despues de tanto tiempo de momentos irrepetibles, escapadas memorables y noches interminables. La verdad es que llevo un par de meses pletoricos, me atreveria a decir que estoy viviendo la mejor época de vida. Pero no siempre puede ir todo P-E-R-F-E-C-T-O. A todos nos pasa que estando mejor o peor siempre por algun motivo hay ahi una espinita punzante que no nos deja tranquilos (ya hemos hablado de la útopia de la felicidad al 100%... cada cual por sus motivos).
Eso no implica que me apetezca regocijarme en tristezas y otras penurias. Ni de coña. Hay personas que se sienten a gusto en la tristeza, que no le disgustan los malos momentos, que "los bajones"le produce cierto placer-dolor. Me parece de locos. Me parece de locos que a alguien le apetezca estar triste. Cambio momentos de pena por momentos de profunda reflexión... para no volver a caer en tristezas. Espabila, corrigue aquello que tengas que correguir para poder vivir como deseas vivir... para ser feliz. Se feliz. Todo el tiempo fuera de este estado es tiempo perdido. Mmmm... Calada. No vale la pena alargar esto. Ahora mismo no os puedo ofrecer nada mejor. Un viernes noche no me evoca mucho pensamiento profundo (recordad e imaginar donde deberia estar a estas horas en lugar de sentada delante del ordenador).
No releo lo escrito, algo se entenderá espero. Sin más reflexión y esperando que por mínima os haya sido algún provecho, aquí queda esto. Mis fresas con chocolate estan listas y "Miedo y asco en las Vegas" gira en el dvd. Buenas noches para quien las quiera y feliz fin de semana para todos.
